Es un día el y otro día yo, me estas dejando sin corazón y cero de razón
Sé que olvidarte no es asunto sencillo, te me clavaste en el cuerpo como un cuchillo
Pero todo lo que entra a de salir y los que están tendrán que partir
Empezando por mí.
Dalo todo, sin ninguna clase de excepción. Salí y gritar, hasta que te oiga la última persona sobre la tierra. No pienses, únicamente actúa sin saber que vendrá después. ¿Reglas? no hay reglas, ni límites, ni barreras que te impidan alcanzar aquello por lo que tanto has luchado. Busca, encontra o perdete más aun de lo que estabas. Sonreí aunque te cueste la misma vida. Comete el mundo, porque al fin y al cabo, es tuyo. Y viví, sobre todo viví, porque nadie más lo hará por ti.
Grítame todo lo que no quiero oír, todos mis defectos, las cosas que no soportas de mí. Échame en cara, todas y cada una de las veces que te hice sentir mal, que te decepcioné, que te hice pensar eso de "pensaba que eras diferente". Enfádate conmigo. Dime todo eso que la gente no le dice a los demás, dime lo que verdaderamente piensas de mí. Pero después de eso, hazme un favor, solo uno. Dime que me quisiste, que en algún tiempo o lugar, lo has hecho.
Cuando pensaste que lo habías olvidado, que nada relacionado con él te importaba, cuando ya empezabas a hacer comentarios superados, cuando ya estabas convencida de que el tiempo había curado cada una de tus heridas, cuando asegurabas poder afirmar que estaba comprobado que la distancia trae al olvido, que podías seguir adelante sin él y cuando decías no entender cómo habías sido capaz de perder tanto tiempo con él. Sí, justo en ese momento de gloria para vos, lo ves, después de tanto tiempo y todo se te vino abajo. Ahí descubrís cómo son las cosas, lo equivocada que estabas, lo viste y se te dio vuelta el mundo, se te desacomodaron todas las ideas, sentís las mismas cosquillas en la panza que sentiste la primera vez y sentís cómo fracasaste. Ahí te das cuenta de que ni un millón de clavos pueden sacar al que más te importa, que el tiempo no cura ni una herida, que la distancia no trae para nada el olvido. En ese momento te preguntas cómo vas a hacer entonces para arrancártelo del alma y cuánto tiempo más vas a seguir gastando lágrimas y tiempo; cuánto más vas a seguir extrañando y necesitando al mismo infeliz.
Me gusta romper el papel por la línea de puntos, chupar el chocolate que se queda pegado a la cuchara, me gusta explotar burbujas y que suene como una tormenta, la espuma del café y la gente que se besa por la calle, me gusta dar los buenos días hasta por la noche, los gorros, abrir un libro y encontrar una entrada de cine antigua y odio el olor a miel. Si, Esta soy yo.
Hay quienes dicen que las mujeres cuando son amigas son insoportables, porque concuerdan una con la otra, siempre, y no se despegan. Hoy puedo entender que la vida nos presenta miles de personas y que cada una de ellas viene a cumplir un papel particular en nuestra vida. Todas ellas quedan en nuestra memoria, alma y corazón. Hay amigas como aquella desbocada que dice locuras, que te mete siempre en problemas pero que te hace reír mucho. O bien está esa con la que andas siempre del brazo, a la que le contaste el primer chico que te gustó, la que te da consejos de ropa, personas o simplemente cortes de pelo. Aquella a la que le cuentas absolutamente todo y sientes que eres realmente entendida. Aquella a la que no le da vergüenza decir que te ama. Aquella que pasa junto a vos el momento más difícil de tu vida. Aquella que te llama todo el día. Aquella intelectual que te enseño de todo. Aquella que te abrazó en silencio y te sintió llorar. Aquella egoísta y aquella que hace todo lo que le pides. Aquella que te escucha cuando estás enamorada y pasas horas hablando de lo mismo. Aquella que entiende que la dejaste por tu enamorado, y aquella que exige toda tu atención. Aquella que parece tu mamá siempre dándote consejos. Aquella que te dio el mejor consejo pero no lo escuchaste. Aquella que es una hermana para ti, y hasta la que es una buena compañía cuando el plan es “hacer nada”. Y claro están, las mejor amigas, esas que son simplemente ellas.
-Que eres tonto, porque el amor existe.
-¿Por qué estas tan seguro? ¿Lo has visto alguna vez?
-Claro que sí. Lo leo en tus ojos cuando la miras a la cara, lo noto en tus brazos cuando estas cerca de ella. Lo veo en tu sonrisa cuando te dice que se alegra de verte. Lo siento en tu forma de andar cuando caminas al verle. Y cuando ella te mira, veo como tratas de ocultarlo para que no se de cuenta de que la quieres. Noto como intentas no moverte para evitar abrazarle. Leo en tu sonrisa la mentira y siento como aprietas los labios para que no se te escape un “te quiero”. Sin embargo te ocultas detrás del “No creo” porque piensas que es valiente resistirse a la verdad. Pero ¿Sabes? Eso es cobarde, es cobarde esconderse detrás de dos palabras, lo valiente es decir “te quiero” y tener valor para escuchar “yo no”.
Y justo entonces, llego a rozar la calma, cada vez que lo hace, cada vez que sonríe. No sé cómo ni de qué forma, ni la razón por la que reacciona así, pero basta estar en la peor situación, para que llegue y te la convierta en una de las mejores. Y podría perderme en sus ojos, en cada gesto, en cada estupidez que sale por su boca, en la forma en que rechista, o en la forma en que se excusa...En cada detalle, en cada abrazo, en cada beso, en cada por qué, o en uno de tantos te amo, por hacer una única excepción. Tal vez tenga la virtud de hacerlo, de hacer cambiar un estado de ánimo a otro completamente diferente, teniendo en cuenta su presencia, y sin motivo alguno, o simplemente por el tiempo, o por la confianza adquirida a lo largo de lo meses. Y seguiré riendo, llorando, encontrando excusas fáciles, o mis más propias confusiones, pero sin lugar a duda, siempre habrá una única forma de calmarme y sentirme bien, y eso me basta...el cada vez que lo hace, cada vez que sonríe.
.
Creo que fue un martes Cuando me llamaste la atención, me miraste a los ojos y me dijiste que me amabas ¿Estabas bromeando? Porque me parece esto se esta rompiendo, casi nunca hablamos yo no me siento bienvenida. Nene lo sucedido por favor decime, por un segundo todo fue perfecto y Ahora estas a mitad de camino a punto de salir por la puerta Y me quedo en el teléfono, todavía no has llamado y te sientes tan mal que no podes sentir nada en absoluto, Y recuerdas de cuando el dijo por siempre y para siempre y Llueve en tu dormitorio todo está mal...
¿Dije algo demasiado honesto? Y corriste y te escondiste como un pequeño niño asustado. Te miré a los ojos y creí por un minuto que te conocía, Ahora no estoy tan segura. Aquí es donde todo se vuelve nada, Aquí está el silencio que me corta hasta el corazón ¿Donde esta? Pensé que te conocía por un minuto Pero no más. Y me quedo en el teléfono Todavía no ha llamado Y te sientes tan mal que no se puede sentir nada en absoluto Y de repente recuerdas cuando él dijo por siempre y para siempre