inperfecto

Prefiero cien mil veces que me insultes, a tener que traducir otro silencio de esos que se acaban como siempre, con el aire insuficiente de un suspiro.
Prefiero que me odies al extremo a que olvides sin esfuerzo mi existencia.
Prefiero esperarte aunque ya nunca vuelvas a esperar mi regreso sin llevarte conmigo.
Y quiero que me enseñes a mentir como lo hacen las damas o esa sonrisa nueva en tu foto de perfil, los peluches que abandonas por falta de sueño.
También te prefiero a vos como sos, antes de tener que inventarte perfecto.